Las corbatas, esas piezas de tela enrollada al cuello que llevamos en todas las grandes ocasiones del mundo y que es sinónimo de elegancia para la mayoría de los hombres, no cayeron del cielo. Tienen una historia, también tiene sus particularidades como todos los demás complementos de vestir.

Pequeña historia de las corbatas

En el siglo XVII, bajo la obediencia de Luis XIII, las corbatas aparecieron por primera vez. Estos accesorios de ropa muy popular hoy en día fueron creadas con el objetivo de proteger a los soldados del frío. Pero fue en 1650, bajo el reinado del rey Luis XIV, cuando las corbatas ocuparían realmente un lugar destacado en los salones y reuniones más importantes de Europa. Después se imponen como símbolo de elegancia y aristocracia. Algunos para distinguirse agregaron su pequeño toque como encajes y cintas de seda. Desde entonces, con el tiempo, las corbatas se han extendido por todo el mundo. Y a través de las edades, toma diferentes formas.

Las corbatas vienen de la palabra Croacia

El nombre de este accesorio vendría extraído de la palabra croata, procedente de Croacia, un país situado en el centro de Europa. La historia se remonta a la Guerra de los Treinta Años, cuando Luis XIII, rey de Francia, recurrió a las manos fuertes del ejército de Croacia para ayudarlo a luchar. De repente, los soldados decidieron envolver sus cuellos con una tira de tela de colores. No solo le daba un poco de alegría a su uniforme, sino que también les servía para protegerlos del frío, para proteger los botones de sus camisas. Como resultado, según los historiadores, Tie sería una deformación de la palabra “croata”.

No las dejes atadas

Estas pequeñas piezas de tela se consideran el toque final de un atuendo. Como resultado, deben estar perfectas y bien mantenidas. Por lo tanto, no deben ser descuidadas, enviadas a un rincón. Tómate el tiempo para desatarlas antes de colgarlas en tu armario, o enróllalas suavemente antes de colocarlas en un lugar limpio. Si las dejas atadas, puedes dañar la tela.

Cómo usar las corbatas

Este es probablemente otro tema que abordaremos en un próximo artículo. Pero mientras tanto hay dos elecciones imprescindibles para saberlo: primero, eliges una de tus corbatas (la forma, el tejido, el color, los estampados) según el traje o la camisa que llevas; dos, el largo no debe exceder la hebilla de tu cinturón o el botón de tu pantalón. Así como tampoco debe detenerse en el ombligo, momento en el que diremos que es demasiado corto o, en el peor de los casos, mal atado.

Las corbatas tienen bastante historia detrás de ellas y es más que necesario saber un poco de ellas, ¿no crees? Es por lo que al usarlas debes mantenerlas limpias, suaves y listas para usar: Conoce otro de nuestros artículos: Cómo vestir un saco casual para hombre. ¡Descube más ahora!