¿Estás embarazada? ¿Te preguntas si necesitas tomar suplementos prenatales? ¿O qué hacer si te provocan estreñimiento? Obtén respuestas a estas y otras preguntas.

Una dieta sana es la mejor forma de obtener las vitaminas y minerales que necesitas. Pero durante el embarazo puedes quedarte corta en nutrientes clave. Si estás embarazada o esperas concebir, las vitaminas prenatales pueden ayudarte a suplir tus carencias.

 

¿Por qué son importantes los suplementos prenatales?

Durante el embarazo, necesitas más ácido fólico y hierro de lo habitual. Te decimos por qué:

El ácido fólico ayuda a prevenir los defectos del tubo neural. Estos defectos son anomalías graves del cerebro y la médula espinal del feto. Lo ideal es que empieces a tomar ácido fólico extra al menos 3 meses antes de quedar embarazada.

El hierro contribuye al desarrollo de la placenta y el feto. El hierro ayuda a tu cuerpo a producir sangre para suministrar oxígeno al feto. El hierro también ayuda a prevenir la anemia, una enfermedad en la que la sangre tiene un número bajo de glóbulos rojos sanos.

 

 

 

¿Qué suplemento prenatal es mejor?

Las suplementos prenatales pueden adquirirse sin receta en casi cualquier farmacia. Tu médico puede recomendarte una marca concreta o dejarte la elección a ti.

Además de ácido fólico y hierro, busca una vitamina prenatal que contenga calcio y vitamina D. Ayudan a desarrollar los dientes y huesos del bebé. También puede ser beneficioso buscar una vitamina prenatal que contenga vitamina C, vitamina A, vitamina E, vitaminas del grupo B, zinc y yodo.

Además, el médico puede sugerir dosis más altas de ciertos nutrientes según las circunstancias. Por ejemplo, si has dado a luz a un bebé con un defecto del tubo neural, es posible que tu médico te recomiende un suplemento aparte que contenga una dosis más alta de ácido fólico, como 4 miligramos (4,000 microgramos), antes y durante cualquier embarazo posterior.

Pero, en general, evita tomar suplementos prenatales o multivitamínicos adicionales con dosis superiores a las que necesitas a diario. Las dosis elevadas de algunas vitaminas pueden ser perjudiciales para el bebé. Por ejemplo, un exceso de vitamina A durante el embarazo puede ser perjudicial para el bebé.

 

¿Debo preocuparme por otros nutrientes?

Los ácidos grasos omega-3, un tipo de grasa que se encuentra de forma natural en muchos tipos de pescado, contribuyen al desarrollo cerebral del bebé. Si no comes pescado ni otros alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, es posible que tu médico te recomiende suplementos de ácidos grasos omega-3 además de las vitaminas prenatales.

 

 

 

¿Cuándo empezar a tomar vitaminas prenatales?

Lo ideal es empezar a tomar suplementos prenatales antes de la concepción. De hecho, suele ser una buena idea que las mujeres en edad reproductiva tomen regularmente vitaminas prenatales. El tubo neural del bebé, que se convierte en el cerebro y la médula espinal, se desarrolla durante el primer mes de embarazo, quizá incluso antes de que sepas que estás embarazada.

 

¿Tienen efectos secundarios las vitaminas prenatales?

A veces, el hierro de los suplementos prenatales contribuye al estreñimiento. Para prevenir el estreñimiento:

• Bebe mucho líquido
• Incluye más fibra en su dieta
• Incluye la actividad física en tu rutina diaria, siempre que cuentes con el visto bueno de tu proveedor de atención médica
• Consulta a tu médico sobre el uso de un ablandador de heces

 

Si estos consejos no te ayudan, consulta a tu médico sobre otras opciones.

 

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