Los probióticos son las bacterias buenas. Y pueden ayudar a reducir el riesgo de varios tipos de cáncer.

Tu intestino alberga 100 billones de microorganismos o microbios. Estas bacterias intestinales -algunas buenas y otras malas- desempeñan un papel vital en tu salud.

“Tus intestinos albergan unos 3 kilos de microorganismos. Y cada persona tiene una mezcla única que empieza a formarse al nacer”.

A medida que uno crece, el lugar donde vive y lo que come afectan a esta mezcla de bacterias buenas y malas. Estas bacterias intestinales -algunas buenas y otras malas- desempeñan un papel vital en tu salud.

Los probióticos son las bacterias buenas. Y pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer varios tipos de cáncer. “Los probióticos ayudan a que el sistema inmunitario funcione de forma óptima para que pueda detectar y eliminar las células que pueden convertirse en cáncer”.

Gran parte de la investigación sobre probióticos se centra en el cáncer de colon, porque la mayoría de los microorganismos viven en el tracto intestinal, dice. “Y aunque se necesita más investigación, varios estudios muestran que las personas con cáncer de colon tienen una población poco saludable de bacterias intestinales antes de que se desarrolle el cáncer”.

Entonces, ¿cómo mantener las bacterias intestinales sanas?

Alimentándola con una dieta equilibrada.

Tu dieta mantiene tus bacterias intestinales. “Somos su anfitrión. Les proporcionamos un entorno y comida. Y ellas nos ayudan a digerir los alimentos y a convertir las vitaminas y nutrientes esenciales en una forma absorbible”.

Así que trata tu intestino como un jardín, no como una alcantarilla, dice. “Siembra tu jardín con probióticos y alimentos fermentados y aliméntalo con alimentos prebióticos o ricos en fibra”.

Añade bacterias buenas con alimentos probióticos

Los alimentos probióticos contienen bacterias vivas, que pueden ayudar a restablecer el equilibrio y ofrecer protección contra las bacterias dañinas. Comerlos es una forma de volver a alimentar el intestino con bacterias buenas, dice Maxson.

Además, las primeras investigaciones muestran que los efectos antiinflamatorios de los probióticos podrían inhibir el crecimiento de las células del cáncer de mama.

Los alimentos probióticos incluyen:

Yogur orgánico bajo en grasa y natural con cultivos vivos o activos
Kefir (una bebida parecida al yogur)
Té de kombucha
Verduras fermentadas como el chucrut y el kimchi
Soja fermentada (miso)
Para obtener los máximos beneficios para la salud, consuma al menos una pequeña porción de alimentos probióticos al día. Si está pensando en tomar un suplemento, hable con su médico.

Apoye su salud intestinal con alimentos prebióticos

Los alimentos prebióticos alimentan a las bacterias del intestino para que puedan crecer y repoblarse. La mayoría son alimentos vegetales ricos en fibra.

Los alimentos prebióticos incluyen

Cereales integrales
Frutas y verduras, especialmente plátanos, espárragos y cebollas
Harina de avena
Las judías de soja
Ajo
Intente llenar al menos dos tercios de su plato con alimentos vegetales. Una dieta equilibrada con un alto contenido en alimentos prebióticos puede tener importantes beneficios para la salud y ayudar a mantener el sistema gastrointestinal sano.

Limite los alimentos procesados

Los alimentos procesados suelen tener pocos nutrientes y mucho azúcar y sal añadidos. Los alimentos procesados incluyen la comida rápida y los alimentos envasados. Consumir demasiados puede causar estragos en las bacterias intestinales.

“Las personas que siguen una dieta rica en alimentos procesados y baja en frutas y verduras tienen una menor diversidad de microorganismos”.

La mayoría de los estudios científicos indican que tanto la diversidad como la composición o el equilibrio de las bacterias intestinales son importantes. Las bacterias intestinales también parecen desempeñar un papel en el aumento de peso y la obesidad.

“Los estudios demuestran que las personas más delgadas tienden a tener una mayor variedad de microorganismos”, afirma Levy. Y el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer. Entre ellos, el de colon, el de mama posmenopáusico y el de endometrio.

La investigación es demasiado reciente para saber qué composición de bacterias intestinales es la ideal para mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedad. “Pero está claro que la variedad y el equilibrio son importantes”.

Nunca es demasiado tarde para cambiar la dieta

Cuando se cambia la dieta, se produce un cambio significativo en la población de microorganismos en un par de semanas.

“Apenas estamos aprendiendo los beneficios de una población saludable de bacterias intestinales”, dice Levy. Además de una función inmunitaria óptima y un menor riesgo de cáncer, los estudios demuestran que una mezcla saludable puede afectar a tu estado de ánimo. Los estudios indican que nuestras bacterias intestinales y el cerebro se comunican entre sí. Los cambios en las bacterias intestinales tienen cierta influencia en el comportamiento, la ansiedad y la depresión.

Así que, por el bien de tu salud, cuida tu intestino.